Palma implementa de forma progresiva su Zona de Bajas Emisiones
La nueva Zona de Bajas Emisiones de Palma ha entrado en vigor, pero su aplicación será gradual. Hasta 2026, no se impondrán sanciones, permitiendo a los ciudadanos adaptarse a las restricciones que buscan reducir la contaminación en el centro histórico de la ciudad.
La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Palma cubre una superficie de 130,9 hectáreas, con un perímetro de 4,8 kilómetros. Gran parte de esta área incluye las zonas ACIRE, ya sujetas a restricciones de circulación, y es también la parte de la ciudad con mayor espacio destinado al peatón, reforzando su enfoque hacia una movilidad más sostenible.
Desde el 1 de enero, Palma ha iniciado la primera fase de su Zona de Bajas Emisiones (ZBE), restringiendo el acceso al centro histórico a vehículos con distintivo ambiental B, C, Eco y Cero Emisiones. Los vehículos más contaminantes, como los gasolina anteriores a 2001 y diésel anteriores a 2006, tienen limitado el acceso, aunque existen numerosas excepciones para residentes, servicios esenciales, negocios locales y clientes de hoteles.
Durante 2025, la medida se aplicará sin sanciones para facilitar la adaptación. Las multas de 200 euros comenzarán a imponerse a partir de 2026.
La ZBE, que abarca desde Avingudes hasta el mar, forma parte del Plan de Movilidad Urbana Sostenible que busca reducir las emisiones y promover vehículos más sostenibles. Actualmente, menos del 5 % del parque automovilístico cumple los criterios más exigentes.
El acceso a aparcamientos subterráneos y ciertos centros sanitarios estará permitido mediante rutas específicas, incluso para vehículos sin distintivo. La normativa incluye controles mediante cámaras que identifican las matrículas y su clasificación ambiental.