Le Senne afronta con calma su imputación y deja en manos del Parlament su posible cese

El presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, ha asegurado sentirse “tranquilo y centrado” en sus funciones institucionales tras conocerse que será juzgado por un presunto delito de odio. A su llegada al pleno de este martes, evitó hacer más declaraciones y dejó en manos de los grupos parlamentarios cualquier decisión sobre su posible cese.

Desde Vox, la portavoz parlamentaria Manuela Cañadas calificó el caso como un “show mediático” orquestado por la izquierda, aunque aseguró que su formación respetará el proceso judicial.

Por su parte, el portavoz del Partido Popular, Sebastià Sagreras, volvió a censurar los hechos protagonizados por Le Senne, aunque no aclaró si su grupo votaría a favor de su destitución. Según Sagreras, debe ser el propio presidente del Parlament quien decida si continúa o no en el cargo.

Minutos después de estas declaraciones, se conocía que la oposición ha presentado un escrito dirigido a la presidenta de la Comisión del Estatuto de los Diputados, Marta Pereira, para activar el procedimiento de suspensión de Le Senne. La solicitud reclama una reunión urgente para debatir y votar su posible destitución en virtud del artículo 9 del reglamento del Parlament.

Con este paso, la oposición busca formalizar el proceso que podría apartar del cargo al presidente de la Cámara autonómica mientras se resuelve su situación judicial.

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