Se cumplen siete años de la fatídica torrentada que arrasó Sant Llorenç des Cardassar

En el último año parece que las catástrofes naturales y los temporales devastadores están más presentes que nunca en nuestro país, y precisamente se cumplen siete años, de aquel 9 de octubre de 2018, cuando una fatídica torrentada arrasó Sant Llorenç des Cardassar, Son Carrió y todo lo que encontró a su paso hasta la desembocadura en S’Illot.
El 9 de octubre de 2018, entre las siete y las siete y cuarto de la tarde, el caudal del torrente de Sant Llorenç se desbordó por la fuerza de las lluvias y alcanzó los cuatro metros y medio de altura.
Pasó de 70 metros cúbicos por segundo hasta los 513 en solo 15 minutos. El agua avanzaba a una velocidad de 50 kilómetros por hora. Era Imparable. El municipio, de unos ocho mil habitantes, quedó arrasado por el agua.
De hecho, este trágico temporal acabó con la vida de 13 personas, entre ellas, la de un niño: Arthur de seis años. Unas inundaciones que acabaron provocando la mayor catástrofe natural ocurrida en las islas.
La riada también destrozó 340 viviendas y siniestró más de 300 coches. De hecho, los daños materiales se cifraron en más 91 millones de euros. Pero entre tanta desolación y tristeza, en esos días hubo un atisbo de luz y esperanza. Más de dos mil personas unieron sus fuerzas voluntariamente para ayudar al resurgir de Sant Llorenç. Porque la torrentada, de la que se cumplen este jueves siete años, convirtió el Llevant en el corazón de Mallorca.