La dimisión de Carlos Mazón, un año después de la catástrofe
En su discurso, Mazón ha admitido “errores propios” en la gestión de la crisis, entre ellos el no pedir una declaración de emergencia nacional y no cancelar su agenda cuando correspondía.
Sin embargo, también ubicó parte de la responsabilidad fuera de su gobierno, criticando al Ejecutivo central por “no aportar una sola ayuda” durante la recuperación.
En sus propias palabras resumió: “Ya no puedo más” y añadió que su familia también había sufrido “momentos insoportables”
Mazón descartó disolver las Cortes autonómicas para adelantar elecciones. Deja abierta la tarea de elegir un nuevo presidente de la Generalitat, que deberá contar con el acuerdo entre Partido Popular (PP) y Vox en las Cortes Valencianas.
La dimisión de Carlos Mazón es, sin duda, un hecho político de gran calado en la Comunitat Valenciana. Llega tras un año de exigencia social, presión política y un proceso de desgaste constante ante una crisis que marcó a la región. Aunque Mazón asume parte de la responsabilidad, también pone el foco en otros actores.
El verdadero reto ahora será ver cómo el PP y sus aliados afrontan la sucesión, cómo se reconstruye la confianza ciudadana y qué lecciones se extraen de esta etapa para la gobernabilidad autonómica.