La dimisión de Carlos Mazón, un año después de la catástrofe

La comparecencia, convocada con carácter institucional desde el Palau de la Generalitat, marca un punto de inflexión en la política de la región tras meses de tensión.
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La decisión de Mazón se produce en un escenario cargado de críticas tras la gestión del desfavorable fenómeno meteorológico conocido como DANA de 2024 en España, que causó 229 fallecidos en la Comunidad Valenciana

En su discurso, Mazón ha admitido “errores propios” en la gestión de la crisis, entre ellos el no pedir una declaración de emergencia nacional y no cancelar su agenda cuando correspondía. 

Sin embargo, también ubicó parte de la responsabilidad fuera de su gobierno, criticando al Ejecutivo central por “no aportar una sola ayuda” durante la recuperación. 

En sus propias palabras resumió: “Ya no puedo más” y añadió que su familia también había sufrido “momentos insoportables”

Mazón descartó disolver las Cortes autonómicas para adelantar elecciones. Deja abierta la tarea de elegir un nuevo presidente de la Generalitat, que deberá contar con el acuerdo entre Partido Popular (PP) y Vox en las Cortes Valencianas.

La dimisión de Carlos Mazón es, sin duda, un hecho político de gran calado en la Comunitat Valenciana. Llega tras un año de exigencia social, presión política y un proceso de desgaste constante ante una crisis que marcó a la región. Aunque Mazón asume parte de la responsabilidad, también pone el foco en otros actores.

El verdadero reto ahora será ver cómo el PP y sus aliados afrontan la sucesión, cómo se reconstruye la confianza ciudadana y qué lecciones se extraen de esta etapa para la gobernabilidad autonómica.

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