35 zonas boscosas de Menorca reúnen las condiciones para ser identificadas como bosques maduros
Es una de las conclusiones que extrae el estudio de tipificación de masas forestales maduras de Menorca realizado por el departamento de Medio Ambiente, Reserva de Biosfera y Cooperación del Consell Insular

El Consell Insular de Menorca, a través del departamento de Medio Ambiente, Reserva de la Biosfera y Cooperación, ha presentado este jueves, 11 de septiembre, los resultados del estudio “Criterios de tipificación de las masas forestales maduras de Menorca”, realizado por el especialista en botánica de Menorca Pere Fraga Arguimbau, y que entre sus principales resultados identifica 35 zonas boscosas que podrían reunir las condiciones para ser consideradas bosques viejos o maduros.
El estudio tiene como finalidad establecer las bases para la caracterización de los bosques maduros en Menorca, centrando sus objetivos en la identificación y localización de estas masas forestales, en el establecimiento de criterios claros para reconocer tanto los bosques maduros como aquellos que están en proceso de maduración, y en la propuesta de medidas de gestión preliminares destinadas a favorecer su consolidación y conservación.
La gestión y conservación forestal
La gestión forestal en Menorca es un elemento esencial para garantizar la sostenibilidad de la Reserva de la Biosfera, ya que contribuye de manera directa al desarrollo del sector primario, a la conservación de la biodiversidad, a evitar incendios forestales y a la mitigación y adaptación de nuestros bosques al cambio climático. Desde diferentes enfoques —económico, energético, prevención de riesgos y adaptación climática— se están impulsando iniciativas para promover un mayor aprovechamiento de los recursos forestales de la isla.
No obstante, estas acciones deben ser compatibles con la conservación de los bosques maduros y de sus funciones fundamentales. Estas masas forestales actúan como reservorios de carbono y sustentan una biodiversidad asociada que sólo se encuentra en estas formaciones. Esta importancia está avalada por evidencias científicas acumuladas en los últimos años y reconocida en instrumentos normativos de la Unión Europea y del Estado español, como el Reglamento Europeo UE 2024/1991 sobre restauración de la naturaleza, que dedica un apartado específico a los bosques maduros, estableciendo criterios e indicadores para su identificación y conservación.
En este contexto, el Departamento de Medio Ambiente, Reserva de la Biosfera y Cooperación encargó en 2024 este estudio para establecer criterios de tipificación de las masas forestales maduras de Menorca. “El trabajo ha sido realizado basándose en la experiencia y normativa mediterránea, y pone un énfasis especial en la realidad insular de Menorca, identificando criterios específicos que permitan caracterizar, identificar y gestionar de manera sostenible estas formaciones forestales únicas. Es una herramienta de referencia que garantiza que el aprovechamiento forestal se lleve a cabo de manera compatible con la preservación de estos bosques maduros”, ha explicado el consejero de Medio Ambiente, Reserva de la Biosfera y Cooperación, Simón Gornés.
Cuatro grandes áreas boscosas en Menorca
El estudio delimita cuatro grandes áreas boscosas en Menorca:
- Migjorn de Ciutadella, Ferreries y es Migjorn Gran (entre Son Saura y Binigaus).
- Tramuntana de Ferreries hasta la Vall d’Algaiarens.
- Desde s’Albaida – Santa Eulàlia hasta la Mola de Fornells.
- Tramuntana de Maó, desde los freus de la Mola hasta Binillautí.
En estas cuatro áreas se han identificado 35 zonas de especial interés forestal que podrían ser categorizadas como bosques maduros o viejos, albergando especies y ecosistemas únicos en la isla. De ser así, su identificación y conocimiento por parte de todos los organismos encargados de la gestión de la masa forestal de Menorca resulta fundamental.
Por el momento, los resultados preliminares del estudio han sido presentados a los técnicos de la Dirección General de Medio Natural del Govern balear, que es el órgano competente en la gestión forestal de Menorca.
Conclusiones y recomendaciones
Aunque se trata de un estudio preliminar, los datos permiten extraer conclusiones valiosas que orientan la preservación y gestión futura de estas masas forestales.
Una de las recomendaciones más urgentes es la realización de una cartografía que permita visualizar la distribución de los bosques maduros y de aquellas masas forestales con potencial para convertirse en tales, sin que su tamaño sea un factor limitante, ya que incluso áreas muy pequeñas pueden presentar un valor significativo.
El estudio también destaca la necesidad de caracterizar mejor ciertos tipos de bosque, algunos casi exclusivos de Menorca, sobre los cuales se dispone de información escasa o nula.
Los bosques de ribera, en particular, se encuentran en una situación crítica tanto por su estado de conservación como por la limitada extensión que ocupan, a pesar de su importancia en la regulación de avenidas e inundaciones. De manera similar, se subraya la urgencia de catalogar y proteger los olmos de la isla, únicos en Europa por no haber sido afectados por la grafiosis agresiva, así como identificar aquellos ejemplares más representativos y, en su caso, declararlos como arboledas singulares o monumentales.
En cuanto a los bosques más emblemáticos de Menorca, el estudio confirma que los ullastrars y los alzinares son los más representativos de la isla, y que algunos de los ullastrars más importantes del mundo se encuentran en Menorca, aunque aún no cuentan con figuras de protección específicas ni con una cartografía detallada.
Finalmente, el estudio pone el foco en formaciones menos conocidas pero singulares, como los tamarellars, especialmente presentes en terrenos silícicos e impermeables de la tramontana, cuya dinámica y funcionamiento requieren un mayor conocimiento para poder integrarlos en la gestión natural de las avenidas; y las mosqueras, prácticamente desaparecidas y actualmente presentes únicamente en el término municipal de Alaior, que precisan exploraciones, protección y caracterización para asegurar su conservación.
Una cartografía de las masas forestales maduras
Presentadas las principales conclusiones del estudio, Simón Gornés ha informado que el Consell Insular encargará en las próximas semanas el inicio de los trabajos para la realización de la cartografía de zonas boscosas maduras de Menorca que recomienda el estudio. “Definidos los criterios para su tipificación, podremos contar con una cartografía en el primer trimestre del próximo año, disponiendo así de una delimitación clara de los bosques maduros de Menorca”, ha afirmado.
El estudio tiene como finalidad establecer las bases para la caracterización de los bosques maduros en Menorca, centrando sus objetivos en la identificación y localización de estas masas forestales, en el establecimiento de criterios claros para reconocer tanto los bosques maduros como aquellos que están en proceso de maduración, y en la propuesta de medidas de gestión preliminares destinadas a favorecer su consolidación y conservación.
La gestión y conservación forestal
La gestión forestal en Menorca es un elemento esencial para garantizar la sostenibilidad de la Reserva de la Biosfera, ya que contribuye de manera directa al desarrollo del sector primario, a la conservación de la biodiversidad, a evitar incendios forestales y a la mitigación y adaptación de nuestros bosques al cambio climático. Desde diferentes enfoques —económico, energético, prevención de riesgos y adaptación climática— se están impulsando iniciativas para promover un mayor aprovechamiento de los recursos forestales de la isla.
No obstante, estas acciones deben ser compatibles con la conservación de los bosques maduros y de sus funciones fundamentales. Estas masas forestales actúan como reservorios de carbono y sustentan una biodiversidad asociada que sólo se encuentra en estas formaciones. Esta importancia está avalada por evidencias científicas acumuladas en los últimos años y reconocida en instrumentos normativos de la Unión Europea y del Estado español, como el Reglamento Europeo UE 2024/1991 sobre restauración de la naturaleza, que dedica un apartado específico a los bosques maduros, estableciendo criterios e indicadores para su identificación y conservación.
En este contexto, el Departamento de Medio Ambiente, Reserva de la Biosfera y Cooperación encargó en 2024 este estudio para establecer criterios de tipificación de las masas forestales maduras de Menorca. “El trabajo ha sido realizado basándose en la experiencia y normativa mediterránea, y pone un énfasis especial en la realidad insular de Menorca, identificando criterios específicos que permitan caracterizar, identificar y gestionar de manera sostenible estas formaciones forestales únicas. Es una herramienta de referencia que garantiza que el aprovechamiento forestal se lleve a cabo de manera compatible con la preservación de estos bosques maduros”, ha explicado el consejero de Medio Ambiente, Reserva de la Biosfera y Cooperación, Simón Gornés.
Cuatro grandes áreas boscosas en Menorca
El estudio delimita cuatro grandes áreas boscosas en Menorca:
- Migjorn de Ciutadella, Ferreries y es Migjorn Gran (entre Son Saura y Binigaus).
- Tramuntana de Ferreries hasta la Vall d’Algaiarens.
- Desde s’Albaida – Santa Eulàlia hasta la Mola de Fornells.
- Tramuntana de Maó, desde los freus de la Mola hasta Binillautí.
En estas cuatro áreas se han identificado 35 zonas de especial interés forestal que podrían ser categorizadas como bosques maduros o viejos, albergando especies y ecosistemas únicos en la isla. De ser así, su identificación y conocimiento por parte de todos los organismos encargados de la gestión de la masa forestal de Menorca resulta fundamental.
Por el momento, los resultados preliminares del estudio han sido presentados a los técnicos de la Dirección General de Medio Natural del Govern balear, que es el órgano competente en la gestión forestal de Menorca.
Conclusiones y recomendaciones
Aunque se trata de un estudio preliminar, los datos permiten extraer conclusiones valiosas que orientan la preservación y gestión futura de estas masas forestales.
Una de las recomendaciones más urgentes es la realización de una cartografía que permita visualizar la distribución de los bosques maduros y de aquellas masas forestales con potencial para convertirse en tales, sin que su tamaño sea un factor limitante, ya que incluso áreas muy pequeñas pueden presentar un valor significativo.
El estudio también destaca la necesidad de caracterizar mejor ciertos tipos de bosque, algunos casi exclusivos de Menorca, sobre los cuales se dispone de información escasa o nula.
Los bosques de ribera, en particular, se encuentran en una situación crítica tanto por su estado de conservación como por la limitada extensión que ocupan, a pesar de su importancia en la regulación de avenidas e inundaciones. De manera similar, se subraya la urgencia de catalogar y proteger los olmos de la isla, únicos en Europa por no haber sido afectados por la grafiosis agresiva, así como identificar aquellos ejemplares más representativos y, en su caso, declararlos como arboledas singulares o monumentales.
En cuanto a los bosques más emblemáticos de Menorca, el estudio confirma que los ullastrars y los alzinares son los más representativos de la isla, y que algunos de los ullastrars más importantes del mundo se encuentran en Menorca, aunque aún no cuentan con figuras de protección específicas ni con una cartografía detallada.
Finalmente, el estudio pone el foco en formaciones menos conocidas pero singulares, como los tamarellars, especialmente presentes en terrenos silícicos e impermeables de la tramontana, cuya dinámica y funcionamiento requieren un mayor conocimiento para poder integrarlos en la gestión natural de las avenidas; y las mosqueras, prácticamente desaparecidas y actualmente presentes únicamente en el término municipal de Alaior, que precisan exploraciones, protección y caracterización para asegurar su conservación.
Una cartografía de las masas forestales maduras
Presentadas las principales conclusiones del estudio, Simón Gornés ha informado que el Consell Insular encargará en las próximas semanas el inicio de los trabajos para la realización de la cartografía de zonas boscosas maduras de Menorca que recomienda el estudio. “Definidos los criterios para su tipificación, podremos contar con una cartografía en el primer trimestre del próximo año, disponiendo así de una delimitación clara de los bosques maduros de Menorca”, ha afirmado.