La Iglesia católica prohibe esparcir o guardar en casa las cenizas de los muertos

El papa Francisco aprueba un documento en el que "no se permite la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos". Y va más allá: "En el caso de que el difunto hubiera sido sometido a la cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, se le ha de negar el funeral".

Este documento substituye a otro de 1963 en el que la Iglesia católica prohíbe desde este martes esparcir las cenizas de los difuntos y también que sean conservadas en casa. La Congregación para la Doctrina de la Fe justifica la elaboración del documento así de drástico como reacción a las nuevas prácticas en la sepultura y en la cremación "contrarias a la fe de la Iglesia".

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