Elon Musk y el precio de la política: X bajo ataque

Desde que Elon Musk decidió adentrarse en la política, sus empresas han comenzado a pagar un alto precio. La última muestra de ello ha sido el ciberataque sufrido por X el 11 de marzo, un evento que refleja cómo su postura y decisiones no han pasado desapercibidas. Perdiendo aliados y acumulando enemigos, Musk se enfrenta a un escenario donde la tecnología, los negocios y la geopolítica chocan con consecuencias impredecibles.

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Desde que Elon Musk decidió involucrarse activamente en la política, el precio a pagar ha sido alto. Su red social, X, ha sufrido un ciberataque masivo el 11 de marzo, un incidente que Musk atribuyó a direcciones IP provenientes de Ucrania. Si bien es difícil determinar con certeza la autoría del ataque, lo que es claro es que desde que Musk se ha convertido en una figura con peso político, sus empresas han estado en la mira. Y esto no ha hecho más que empezar.

El magnate no está acostumbrado a hacer amigos en el mundo empresarial, pero su reciente rol como actor político está generando una escalada de consecuencias negativas para sus negocios. Tesla ha visto caídas importantes en su valor en bolsa y, aunque sigue siendo un referente en la tecnología, las ventas no pasan por su mejor momento. X, por su parte, ha experimentado problemas técnicos recurrentes desde su adquisición, pero los ataques como el del 11 de marzo muestran que su plataforma es ahora un objetivo.

Si eres un empresario y decides lanzar amenazas directas a un país en guerra, como cuando Musk insinuó cortar el acceso de Starlink a Ucrania, lo último que puedes esperar es una respuesta diplomática o un ramo de flores. Musk ha tomado decisiones polémicas, incluyendo posicionamientos que lo han alineado con un bando del conflicto, lo que inevitablemente provoca la ira del otro lado. La tecnología y la política no son esferas aisladas, y cuando las decisiones corporativas tienen repercusiones en la geopolítica mundial, las reacciones no tardan en llegar.

El ataque a X no solo afecta a Musk, sino también a la plataforma y a sus usuarios. Sin embargo, el mayor daño podría estar en la imagen del empresario. Musk pasó de ser un genio excéntrico admirado por sus innovaciones a convertirse en una figura polarizadora con enemigos poderosos. En el mundo de los negocios, la política puede ser un juego peligroso, y por el momento, parece que Musk está descubriendo lo costoso que puede resultar tomar partido.

 

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