El PSIB denuncia que no se cumple la limitación de cruceros en el Port de Palma
La secretaria de Turismo del PSIB-PSOE, Joana Maria Adrover, ha denunciado que por primera vez desde 2022 se ha incumplido el acuerdo alcanzado en las Islas Baleares para limitar y restringir la afluencia de grandes cruceros en el puerto de Palma.

Un acuerdo que fue propiciado desde el Gobierno de izquierdas de la legislatura anterior, y que "fue ejemplo internacional de sostenibilidad y de sentido común", ya que limitaba la llegada de grandes barcos a Palma, protegiendo "tanto a los residentes, como el entorno y la convivencia con el turismo".
Según ha expresado la secretaría de Turismo, este equilibrio mantenido en los últimos años hoy se rompe porque "PP y Vox han dejado morir este acuerdo, no han hecho nada para renovarlo" porque no se ha sentado con las navieras ni para renovarlo ni para mejorarlo. Pese a que el Govern habla de contención turística, lo cierto es que "no han planteado alternativas o mejoras a este pacto, ni siquiera han defendido Mallorca, ni las Islas Baleares, ante la presión creciente del turismo de cruceros".
Adrover ha advertido que las grandes navieras responsables de los megacruceros que visitan Palma ya están cerrando rutas para 2027, programando a dos años vista "sin límites y sin que el Gobierno actual actúe" para evitar los efectos negativos que provoca la masificación causada por los cruceros. Tampoco será la misma industria de turismo náutico que se autorregulará con el control de accesos de cruceros, menos aún "si el Gobierno de Prohens ni siquiera lo pide".
Para los socialistas, establecer límites "no es estar en contra del turismo ni de los cruceros", sino que es una cuestión de ordenación para "asegurar que el crecimiento no sea infinito en un territorio que sí es finito, que sí tiene límites y que es tan delicado como las Islas Baleares". Ya quedó demostrado en la anterior legislatura que sí se podían alcanzar acuerdos valientes y eficaces, "pero el actual Gobierno de Prohens ha preferido mirar hacia otro lado, dejando que el modelo salga solo, apostando por la famosa autorregulación" que siempre favorece a los de siempre.
Adrover apunta que "la saturación turística no es una cuestión de percepción, sino que es una realidad avalada por datos", que es necesario combatir y regular. Porque el peligro que se corre es que si no se actúa de forma inmediata, "en dos años volveremos otra vez al descontrol de cruceros y ya no valdrán las excusas".