La exposición & subasta “Palma con arte solidaria” cuenta con un total de 57 obras
57 obras han sido donadas por diferentes artistas en una acción solidaria para recaudar fondos con el fin de adquirir medicamentos y material sanitario para realizar las operaciones necesarias derivadas del actual conflicto.
El pasado viernes 22 de abril se inauguró la Exposición y Subasta Palma Con Arte Solidaria en el Hotel Innside Palma Center y permanecerá hasta este próximo viernes.
Una subasta que se realizará a través de un método innovador en nuestro país como es a través de la red social de Instagram. El evento se realizará a través de la cuenta de “palmaconartsolidaria” dónde los interesados podrán pujar hasta la próxima semana
Uno de los participantes es la artista rusa que ha presentado una obra relacionada con el Coronavirus y que quiere aportar su grano de arena para ayudar al personal sanitario ucraniano.
Al finalizar la subasta se hará entrega de las obras y se pondrá en marcha el proceso de adquisición del material sanitario necesario.
Igor Syrota, es un refugiado ucraniano que, al ser programador informático, se ha involucrado en ayudar con la exposición y subasta solidaria.
La historia de Igor Syrota es diferente a la de un refugiado que ha tenido que huir de su país al estallar el conflicto en Ucrania. Igor salió antes de que comenzara todo. Venía de vacaciones con su pareja a Mallorca a visitar unos amigos: “El 23 de febrero dejé Ucrania con mi novia para viajar a Mallorca de vacaciones y visitar a los amigos que vivían aquí. Supuestamente, teníamos que regresar el día 25, pero la guerra empezó y no pudimos volver. Si estuviera en Ucrania, seguramente estaría luchando con un k47 kalashnikov en Kiev”
Su ciudad natal Kiev, está siendo bombardeada por los alrededores. Su hermana ha salido ya del país, sin embargo, su madre, no ha querido abandonar su casa y se encuentra en un búnker: “Mi madre se intenta adaptar al día a día porque ya llevan 3 meses con la guerra. Cuando empiezan a escuchar el sonido de los aviones y los misiles se esconden en los búnkers porque no saben si la siguiente va a caen en tu casa. Los ruidos les están afectando mucho mentalmente”
Para sobrevivir a los tiempos de guerra en una zona donde es complicado acceder con ayuda humanitaria, los residentes que aún continúan en la zona consiguen suministros de alimentación gracias a los productos de los almacenes de los bares y restaurantes que siguen en pie.