Instalación de sensores en el Parque Natural de Mondragó para conocer la ocupación de los parkings

La medida forma parte de la apuesta del Ejecutivo para gestionar los espacios naturales con datos y comunicaciones en tiempo real, y poder redirigir así los flujos de visitantes
La Agencia de Digitalización, Ciberseguridad y Telecomunicaciones (IB Digital), dependiente de la Conselleria de Economía, Hacienda e Innovación, ha iniciado la instalación de los primeros sensores para medir la ocupación de parkings de espacios naturales. Concretamente, los parkings de s'Amarador y de Ses Fonts de n'Alís que se encuentran dentro del Parque Natural de Mondragó. En los próximos días se iniciará también en los parkings de na Tirapel y de sa Barralina, en el caso del Parque Natural des Trenc.
Este es uno de los 6 proyectos de la estrategia ‘Territorio Balear Inteligente’ que despliega el Govern gracias al impulso del IoTIB Lab, que es el espacio de pruebas y conocimiento donde se analizan y validan soluciones tecnológicas útiles, fiables y sostenibles, con la colaboración de la Universitat de les Illes Balears.
“Cada proyecto surge de un reto real y se prueban distintas tecnologías para que en el futuro, las decisiones tomadas por el Govern se fundamenten en datos, experiencia y rigor técnico”, sostiene el gerente de IB Digital, Miquel Cardona . “Los parkings de los espacios naturales no tienen plazas de vehículos delimitadas, además que la vegetación, la falta de cobertura móvil y la imposibilidad de disponer de energía eléctrica convencional obligan a buscar soluciones muy precisas y adaptadas”, añade.
Este tecnología instalada en primer lugar son sensores magnéticos de plaza, que detectan si una plaza en concreto está ocupada. Paulatinamente, se irán añadiendo otros tipos de sensores, como cámaras inteligentes que cuentan vehículos cuando entran y salen, o espiras magnéticas instaladas en el suelo y que detectan el paso de coches. La evaluación de la efectividad de los tres sistemas se hará a partir de la precisión y fiabilidad de los datos, la capacidad de comunicarse, la autonomía energética y el coste y mantenimiento a largo plazo.
“El reto se inserta en la voluntad de digitalizar el medio natural, donde cada dato cuenta y donde las decisiones no se basan en suposiciones, sino en información contrastada. Queremos construir un nuevo modelo de gobernanza donde la tecnología esté en el servicio del bienestar y la sostenibilidad. Tenemos que ser un referente europeo de como la tecnología puede cuidar el entorno”, expresa Cardona .