Apagón en España: Cuando la luz se fue de vacaciones sin avisar
¿Qué pasó?
Las causas del apagón aún son un misterio. Se barajan hipótesis que van desde fenómenos meteorológicos inusuales hasta errores tecnológicos o incluso ciberataques . Red Eléctrica calificó el evento como “excepcional” y lo vinculó a oscilaciones fuertes en el flujo de potencia de origen desconocido, lo que llevó a la desconexión del sistema eléctrico español del europeo .
Reacciones ciudadanas
A pesar de la gravedad de la situación, los ascensores eran saunas gratuitas y muchos ciudadanos optaron por tomárselo con humor. En Madrid, se improvisaron fiestas en las calles a la luz de las velas, y en las redes sociales se viralizó un tuit que bromeaba con el nombre de una joven llamada Luz Cuesta Mogollón, quien respondió con humor diciendo que no tenía culpa porque ni siquiera vive en España .
¿Puede volver a ocurrir?
Expertos advierten que no se puede descartar la posibilidad de que un evento similar vuelva a suceder. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha decidido mantener la situación de emergencia hasta que se conozcan las causas exactas del apagón, argumentando que “puede volver a ocurrir” .
Kit de Supervivencia para el Apagón del Siglo XXI
Porque si algo hemos aprendido del apagón del martes es que vivir en 2025 no te libra de volver a sentirte en plena Edad Media. Así que, queridos ciudadanos, aquí tenéis unos consejos infalibles para sobrevivir al próximo “Blackout ibérico”:
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Cerillas (sí, esas de toda la vida):
Porque si no hay electricidad, no hay vitrocerámica, y si no hay vitro, toca hacer hoguera. Que no falten unas cerillas y, si te sientes valiente, aprende a hacer fuego frotando palos como en Supervivientes.
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Una bicicleta (de las que no te juzgan por sudar):
Evita la tentación de comprarte una e-bike. En el apagón, solo sirvió para decorar el garaje. Mejor una de toda la vida, de esas que funcionan con energía muscular y sentido común.
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Un alijo secreto de pilas y linterna:
Porque nada grita “estoy preparado” como una linterna estilo camping de los 90 y una montaña de pilas AA. Y si brillan en la oscuridad, ¡bonus de estilo!
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Mapas de papel (sí, existen):
Google Maps está muy bien… cuando tienes cobertura y batería. Si no sabes cómo leer un mapa, tranquilo, siempre puedes usarlo para abanicarte si el apagón llega en verano.
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Una radio a pilas (o a manivela, si te va lo vintage):
Porque cuando no funciona internet, no hay TikTok, no hay Twitter, no hay nada. Con una radio de toda la vida al menos podrás escuchar a alguien diciendo que tampoco saben qué ha pasado.
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Conservas, galletas y chocolatinas:
La dieta del blackout. Si no puedes calentar nada, al menos que sea comestible y con azúcar. Bonus: latas de fabada. Así, cuando vuelva la luz, no solo habrá sustos con los electrodomésticos.
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Una baraja de cartas o un parchís:
Porque cuando todo falla, hay que mirar a la familia a la cara. Un juego de mesa puede ayudarte a sobrevivir a esas cuatro horas sin Instagram sin cometer crímenes.
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Un generador a pedales (modo gimnasio extremo):
Porque si quieres mantener la nevera encendida y de paso ponerte en forma, nada como instalar un generador casero. Eso sí, prepárate para sudar como en una etapa del Tour de Francia… sin salir del salón.
Recomendaciones adicionales para el apagón:
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Si piensas comprarte un coche, recuerda que sin semáforos el chapista se va a forrar.
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Evita el metro, evita el tren… básicamente, evita moverte.
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Intenta tener siempre algo de dinero del de antes, el que es de papel o metal, por si toca negociar como en la Edad Media.
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Y si todo falla, quédate en casa y aprovecha para hacer yoga… o simplemente para reflexionar sobre dónde guardaste las velas.
Mallorca: la solución definitiva
Ah, y otra opción para no sufrir apagones es mudarte a Mallorca. Aquí estamos tan lejos y aislados de la península que ni nos enteramos del corte. Eso sí, no te hagas ilusiones: los impuestos los vas a seguir pagando igual. Y ya que estás, contrata la fibra de Fibwi, que vamos por libre y hasta podríamos montar nuestra propia red de energía nuclear si hace falta.
¡Mallorca, tierra de luz propia, además de sobrasada y ensaimadas!