Baleares libera a las gallinas… pero no a nuestros bolsillos

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Parece que por fin podemos respirar tranquilos: las gallinas de Baleares seguirán viviendo al aire libre. Sí, mientras media España obliga a las pobres aves a quedarse encerradas por la gripe aviar, nuestras gallinas isleñas podrán continuar disfrutando del sol, del aire puro y de su vida camper… algo que, dicho sea de paso, ya envidian muchos humanos.

Eso sí: a quienes no liberan es a nosotros, los consumidores, que seguimos pagando los huevos como si fueran ediciones limitadas de joyería fina. Al paso que vamos, lo de “huevos de oro” dejará de ser una metáfora para convertirse en una clasificación oficial del supermercado.

Porque claro, la cría al aire libre se mantiene, pero el precio también vuela libremente… hacia arriba. Entre la inflación, la gripe aviar y el “a ver qué más se les ocurre”, abrir una caja de huevos hoy en día da más adrenalina que revisar una factura de la luz.

Mientras tanto, el Govern dice que Baleares puede permitirse esta “excepción” gracias a su bajo riesgo epidemiológico. Perfecto. A ver si el próximo informe incluye también un “bajo riesgo económico para las familias”, pero por ahora eso no está tan claro. Las gallinas campan libres, pero nuestros billetes salen en estampida.

 

La escena es maravillosa:

—Gallina balear feliz, picoteando por el campo.

—Consumidor balear mirando el precio del cartón y diciendo: “¿No tendrán financiación a 12 meses?”

 

Así que celebremos, sí, que las gallinas sigan al aire libre. Pero si alguien quiere quejarse del precio de los huevos, que no culpe a las aves. Ellas ponen huevos. Los que los ponen caros son otros.