Matar moscas a cañonazos: el arte de bloquear Internet para salvar el fútbol

LaLiga, siempre a la vanguardia de la innovación (en restricciones, claro), ha decidido que la mejor manera de luchar contra la piratería es disparar con una escopeta de feria a todo lo que se mueva. Porque, ¿para qué apuntar con precisión cuando puedes arrasar con todo y esperar que el daño colateral se lo gestione otro? En su afán por evitar que los partidos de fútbol sean retransmitidos de manera ilegal, ha optado por una solución digna de la Edad Media: bloquear IPs masivamente y que sea lo que Dios quiera.

cañonYmoscas
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Desde principios de febrero, LaLiga ha ordenado a las operadoras el bloqueo temporal de una serie de IPs vinculadas a Cloudflare, afectando de paso a millones de usuarios y a miles de negocios que nada tienen que ver con las retransmisiones ilegales. Pero bueno, pequeños sacrificios en nombre de la noble causa de proteger los derechos de emisión. Que empresas pierdan dinero, que servicios en la nube se caigan y que la mitad de Internet se vuelva inaccesible durante los partidos son daños colaterales, asumibles si con ello conseguimos que nadie vea gratis el Getafe-Alavés.

Cloudflare, que algo sabe de esto de gestionar Internet, ha decidido que ya está bien de atropellos digitales y ha llevado el caso a los tribunales. Argumentan que estas medidas son desproporcionadas, ilegales y carentes de sentido común. LaLiga, al parecer, obtuvo la autorización judicial sin consultar a los proveedores de servicios en la nube, obviando por completo que no solo estaban bloqueando IPs vinculadas a retransmisiones ilegales, sino también a un sinfín de negocios y usuarios particulares.

El paralelismo es evidente: si alguien roba una manzana en el mercado, mejor cerrar el mercado entero para asegurarnos de que no se repita. Si una dirección IP sirve para una actividad ilegal, cortemos el acceso a miles de IPs porque, total, alguna habrá que esté implicada. La sutileza no es el punto fuerte de LaLiga, eso está claro.

Ahora bien, tampoco Cloudflare puede salir de esto como la víctima impoluta. Porque, si bien es cierto que los bloqueos masivos afectan a muchos inocentes, también lo es que Cloudflare podría revisar con algo más de detalle a quiénes está dando cobijo en su infraestructura. La libertad en Internet es fundamental, pero eso no significa cerrar los ojos ante el hecho de que algunas de las IPs que aloja están efectivamente facilitando retransmisiones ilegales. Quizás, antes de quejarse tanto, podría hacer una pequeña limpieza en casa.

Lo más divertido de todo es que este tipo de estrategias ya se han probado antes en otros países, como Italia, con resultados desastrosos. Pero, claro, aprender de los errores ajenos no es un fuerte en ciertas organizaciones. Mientras tanto, los usuarios y las empresas afectadas por estos bloqueos indiscriminados se ven forzados a encontrar soluciones por su cuenta, mientras LaLiga sigue enfocada en su cruzada digital.

Cloudflare busca que la justicia establezca un precedente para impedir este tipo de bloqueos masivos en el futuro. Veremos si lo consiguen o si LaLiga encuentra nuevas y creativas formas de apagar un fuego con gasolina. Lo que está claro es que en la era digital, algunos todavía creen que el mejor remedio para un resfriado es cortar la cabeza.

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