Temperaturas plenamente primaverales, pero con nubes y algún chubasco aislado
En el tiempo, esta pasada madrugada hemos registrado otra noche excepcionalmente cálida. A principios de la primavera y con el Aviso Amarillo activado por vientos fuertes en la vertiente norte de la Serra de Tramuntana, en Sóller a las cinco de la madrugada los termómetros han escalado (atención) hasta los 22 grados. Sí, 22 grados en Sóller, en abril y a las cinco de la madrugada.
Pero eso no es todo: en Sant Elm d’Andratx, en Banyalbufar y en es Capdellà de Calvià han llegado hasta los 20 grados. Y todo con rachas en estas mismas localidades de hasta 82 kilómetros a la hora. Es decir, temperaturas altas por un viento fuerte y muy cálido. Sin embargo, en Sa Pobla y en Muro se han quedado en los 10 grados. Pero esto ha sido esta pasada noche. Afinamos ahora el pronóstico del tiempo para el fin de semana.
La Agencia Estatal de Meteorología prevé para mañana, sábado día 5 de abril y en las Islas Baleares, que la jornada arrancará con brumas y algún banco de niebla.
Después, predominarán los cielos poco nubosos, aunque con alguna nube de evolución diurna en el nordeste de Mallorca que, ya por la tarde, pueden provocar algún chubasco aislado.
El viento soplará entre flojo y moderado desde la componente oeste y arrastrará polvo en suspensión.
Así, gracias al viento cálido y al bochorno del polvo en suspensión, la sensación térmica oscilará desde los 17 grados de Formentera y, ya subiendo, hasta los 18 en Ciutadella de Menorca, los 19 en el Llevant de Mallorca y Maó, y los 20 de la mitad sur de Mallorca que subirán hasta los 21 grados en las bahías de Pollença y Alcúdia.
Las temperaturas mínimas mañana sábado tampoco serán frías. Se esperan, de media, 12 grados durante la madrugada.
Después, el domingo 6 de abril, seguirán predominando los cielos poco nubosos, igualmente con nubes de evolución diurna y, también como el sábado, con algún chubasco aislado ya por la tarde.
El viento se mantendrá flojo desde la componente oeste, aunque aparecerán (como un preludio del verano) las brisas costeras por la tarde.
Y donde sí habrá cambios será en las temperaturas nocturnas: ligeramente menos cálidas aunque sin llegar a frías y con mínimas alrededor de los 11 grados.
Las máximas seguirán en registros plenamente primaverales. Se prevé que, de media, los termómetros seguirán rondando los 22 grados en las horas centrales del último día de la semana.