Los agresores envían una carta pidiendo perdón a la niña herida

Las consecuencias de las agresiones sufridas por una niña de ocho años del colegio público Anselm Turmeda de Palma a manos de sus propios compañeros ya están en marcha.

Además de la expulsión de los protagonistas violentos, con lo que la conselleria reconoce que efectivamente hubo golpes y patadas, se han puesto en marcha medidas educativas. Según el informe oficial, “con el fin de potenciar el carácter educativo y recuperador implícito en cualquier medida correctora”, todos los alumnos que han participado en las agresiones a su propia compañera “en las próximas semanas, en el tiempo de patio, tendrán que participar en unas actividades encaminadas a trabajar las normas de juego y de respecto a los compañeros, que serán supervisadas y coordinadas por la jefe de estudios y sus tutores de clase. También se considera necesario hacer unos talleres coordinados por el Instituto para la Convivencia y el Éxito Educativo (Convivèxit) para evitar la violencia y mejorar la convivencia en el centro”.

Asimismo, “los alumnos han reconocido su participación en los hechos y se muestran muy arrepentidos de su intervención en estos. Así lo quieren hacer saber a su compañera, por lo cual le están escribiendo una carta para que se recupere pronto y vuelva a clase para continuar jugando al fútbol con ellos”.

El informe de Inspección Educativa, por otra parte, intenta eximir a la dirección del centro de toda relajación en el cumplimiento de sus obligaciones. El documento oficial apunta que al día siguiente de las agresiones “la familia de la alumna fue informada de las actuaciones que se llevaban a cabo y en los días siguientes las hermanas de la alumna fueron recibidas en el centro para informarlas del proceso”.

Sobre la petición de la familia de la niña agredida de abandonar el colegio Anselm Turmeda, la conselleria señala que “tanto desde el centro como desde la Conselleria d’Educació han manifestado su voluntad de que la familia reconsidere su decisión puesto que es una alumna muy estimada en el centro. A pesar de todo, la conselleria atenderá la demanda de cambio de la familia, si deciden continuar con la solicitud de cambio”.

Finalmente, el informe oficial de Inspección Educativa descarta completamente que lo ocurrido sea “un caso de bullying y constata que se trata de una alumna integrada en el centro, muy estimada tanto por alumnos cómo por profesores y con una evolución académica positiva”.