La Xurreria La Rosaleda encara con "optimismo" este 2021
Desde la Xurreria La Rosaleda, uno de los comercios más emblemáticos de Ciutat, afrontan con "optimismo" este 2021. Así lo ha asegurado Joan Ferrer, copropietario y gerente del establecimiento, en una entrevista con nuestra compañera Yolanda Hernández en CANAL4 Ràdio.
Ubicada en la céntrica Costa de la Pols de Palma, la Xurreria La Rosaleda es "un negocio familiar que dio sus primeros pasos en 1947. Con una churrería de madera, los abuelos de mi mujer recorrían los pueblos de Mallorca, llegando incluso a Ciutadella para las fiestas de Sant Joan. En 1966, con la incorporación de mi suegro, el negocio ya adquirió el establecimiento actual y se apostó también por la hostelería: introdujimos el chocolate, los cafés, los bocadillos... Llegamos a ofrecer incluso hamburguesas, pero eso era antes de la aparición de McDonalds y otros negocios similares", ha explicado Ferrer.
"Mis suegros ya tenían cierta edad y mi mujer y yo decidimos tomar las riendas del negocio. La verdad es que lo tuvimos bastante bien, puesto que el negocio ya funcionaba. No tuvimos que empezar desde cero, sino más bien mantener lo que ya habían logrado las generaciones anteriores", ha reconocido el propio Joan Ferrer.
A pesar de su renombre y fama más que justificada, Ferrer reconoce que "ahora mismo, en estos momentos, mantenemos abierto más que nada por mantener nuestra imagen y en agradecimiento a nuestros clientes. Solo podemos ofrecer el producto para llevar a casa. A partir del martes, con la relajación de las restricciones, ya podremos disponer de tres o cuatro mesas en nuestra terraza".
La difícil situación actual no asusta a las nuevas generaciones. Así, Xavier Ferrer, hijo del actual copropietario, se ha puesto al frente del negocio como encargado. "Estamos haciendo mucha promoción por redes sociales, sobre todo a través de Instagram y Facebook".
Los tiempos cambian, pero lo que permanece inalterable son los productos estrella de este típico establecimiento palmesano: churros, chocolate y cocas de patata siguen siendo las estrellas de una carta con solera que sería haciendo las delicias de los paladares más exigentes.