El nuevo recinto ferial podría estar construido en 2029

En principio, las obras arrancarán en 2027. Un edificio que contará con diez mil metros cuadrados de exposiciones. 

El alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, ha presidido este viernes la presentación del anteproyecto ganador del concurso de ideas para el Recinto Ferial de Palma, elaborado por el estudio Vivas Arquitectos Barcelona S.L.

El acto ha contado con la presencia del conseller de Turismo, Cultura y Deportes, Jaume Bauzá; el conseller de Empresa, Autónomos y Energía, Alejandro Sáenz de San Pedro; el primer teniente de alcalde y regidor de Cultura, Turismo, Deporte y Coordinación Municipal, Javier Bonet; el regidor de Urbanismo, Vivienda y Proyectos Estratégicos, Óscar Fidalgo; así como otros miembros del equipo de Urbanismo, del jurado del concurso de ideas, y del representante del estudio ganador, Cristian Vivas.

Al inicio de su intervención, el alcalde ha puesto en valor la claridad y versatilidad de la propuesta ganadora -seleccionada entre un total de 23 proyectos de procedencia local, nacional e internacional-, que combina de manera equilibrada el edificio principal con sus espacios exteriores.

“Es un gran equipamiento que refuerza el sector productivo de la ciudad y atrae grandes eventos, genera ocupación, fomenta la desestacionalización económica y proyecta Palma de manera nacional e internacional como destino de referencia del ámbito económico y empresarial”, ha incidido el primer regidor de Cort.

En este sentido, y con el Palacio de Congresos como “un complemento perfecto”, el alcalde ha recordado que el recinto ferial es una de las piezas clave del Palma Culture & Innovation Bay, un gran proyecto de ciudad liderado por el Ajuntament en colaboración con el Govern de les Illes Balears, el Consell de Mallorca, la Universitat de les Illes Balears y la Autoridad Portuaria.

Este distrito de innovación, “ambicioso y transformador”, no se centra únicamente en la fachada marítima, “sino en la integración de la ciudad con el puerto, la Serra de Tramuntana y con el futuro recinto ferial, situado en un punto estratégico de la ciudad y de la Platja de Palma, bien conectado con el futuro tren que llegará hasta Llucmajor pasando por Platja de Palma y el aeropuerto".

En línea con el Palma Culture & Innovation Bay, el alcalde ha hecho también referencia a la presentación, esta misma semana, del concurso de ideas para la transformación de la fachada marítima de Palma,  que incluye la rehabilitación del edificio de Gesa, donde se ubicará la sede central del Palma Culture, “actuando como verdadero embrión de este ambicioso proyecto de ciudad”.

“Con el concurso de ideas de Gesa, el recinto ferial hoy presentado, y otros proyectos tractores que ya están en marcha, se cumple el objetivo del equipo de gobierno de construir una ciudad más competitiva, sostenible, innovadora, con más oportunidades para todos y con mayor cohesión social y territorial”, ha concluido Martínez Llabrés.

Detalles del anteproyecto del Recinto Ferial de Palma

El futuro equipamiento, ubicado en Son Ferriol, tendrá 20.000 metros cuadrados de superficie ferial, capaces de transformarse en diferentes naves según las necesidades, y con capacidad para 8.000 personas.

El proyecto incluye también un auditorio de 220 butacas, salas de conferencias, espacios para presentaciones y programación cultural, restaurante, salas de reuniones, almacenes y un aparcamiento de más de 21.000 metros cuadrados.

Ubicado en los terrenos adyacentes al Hospital Son Llàtzer, en una zona de transición entre la ciudad y el campo, el representante del estudio ganador ha explicado que la propuesta busca integrar el edificio en el paisaje mediante la elección de materiales, la vegetación y la creación de una galería perimetral que deja entrever el paisaje del entorno.

En este sentido, el proyecto se organiza alrededor de un anillo exterior: una galería perimetral que rodea el edificio y, a la vez, genera un vacío urbano que funciona como plaza de acceso. De esta forma, queda delimitado el interior del exterior del recinto, actuando también como espacio de transición entre el paisaje rural y el interior.

Además, esta plaza se concibe como una extensión al aire libre del espacio expositivo, ofreciendo un área flexible para la celebración de actividades al exterior.

Tras la misma, la parte más amplia de la galería perimetral se convierte en el vestíbulo que conecta la entrada principal y la secundaria. Este espacio sirve de distribuidor y área de transición, de zona polivalente como extensión de las diferentes salas, y de exposición para patrocinadores y comerciales.

Los accesos y recorridos, por su parte, quedan también claramente diferenciados. Por un lado, se sitúa el acceso de vehículos al aparcamiento subterráneo y la zona de logística (carga y descarga de mercancías); en la fachada principal, a lo largo del porche y galería perimetral, se ubica el acceso principal desde la Ma-15 y el acceso secundario desde la futura estación de tren; y en función de la subdivisión de las salas expositivas se prevé la posibilidad de habilitar accesos directos e independientes a cada una.

La misma estrategia de creación de un perímetro se aplica al edificio principal, que también adoptará el concepto de anillo para alojar servicios, accesos, escaleras, instalaciones, salas, oficinas y áreas de restauración. Al concentrar las funciones en el contorno, se libera el espacio central para las salas expositivas y se logra una mayor flexibilidad a la hora de organizar y subdividir las salas de exposición.

En esta línea, la propuesta contempla una estructura que permite adaptarse a diferentes tipos de exposiciones mediante la división de los espacios, pudiendo acoger desde una gran exposición de 9.400 metros cuadrados en dos plantas, hasta cinco salas de 1.880 metros cuadrados con accesos independientes distribuidas en planta baja y primera.

Al finalizar su intervención, el arquitecto ha destacado el carácter sostenible de la construcción, que será “un edificio altamente eficiente a nivel energético”, ha resaltado.

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