La granja de gallinas de Llucmajor tendrá que reducir su capacidad a una tercera parte
El Govern ha desestimado la solicitud de autorización ambiental integrada que había pedido la granja de gallinas de ses Cisternes en Llucmajor para mantener, e incluso aumentar, la capacidad de las instalaciones avícolas
El Govern ha desestimado la solicitud de autorización ambiental integrada de la granja de gallinas de ses Cisternes en Llucmajor y resuelve que la instalación tiene que reducirse a una tercera parte.
Es decir, la resolución de la Dirección General de Armonización Urbanística y de Evaluación Ambiental del govern determina que la granja, que actualmente cuenta con capacidad para 135.000 gallinas ponedoras, tendrá que reducir su capacidad a un máximo de 40.000 plazas.
Esta decisión implica que la empresa promotora de esta instalación tendrá que presentar un plan verificable de reducción de plazas para llegar al objetivo establecido.
Además, la medida debe cumplirse antes del 31 de diciembre de este mismo año.
Esta nueva resolución del Govern se suma a la declaración de impacto ambiental desfavorable en relación a esta granja y a la sanción que le fue impuesta por parte del órgano ambiental a la empresa promotora de la explotación avícola a partir de las denuncias vecinales.