Jaume Munar se impone a Bublik en un duro partido en Wimbledon

Comenzó de entrada Munar (55 del mundo) sorprendiendo a un incómodo Bublik, que no dejaba de gesticular y hacer aspavientos cada vez que cometía un error no forzado. Se le veía superado por el calor al genio kazajo (28 cabeza de serie), que se desplomaba en la silla cada vez que les tocaba parar para hacer un descanso.
Munar conectaba bien con la pelota y mandaba desde la red, sin dar tregua a Bublik, quien sin embargo fue entrando en el partido en el segundo set, donde impuso la contundencia de su servicio y las genialidades que le han convertido en uno de los jugadores más reconocibles del circuito.
El último ganador de Halle y cuartofinalista en Roland Garros, que nunca antes se había enfrentado al balear, imponía su poderío en el servicio, con 21 puntos directos de saque, y no permitía a Munar hacerle daño cada vez que buscaba subir a la red.
Pero cuando más cerca estaba Bublik de la segunda ronda, con 5-4 arriba y servicio para ganar, el español consiguió rehacerse poniendo presión desde la red con valentía y llevó al kazajo a enlazar fallos para perder el servicio y acabar en el juego de desempate, donde se aprovechó de los numerosos errores del rival.
Munar parecía ya imparable. Rotura para empezar la manga definitiva y un Bublik sin soluciones, que volvía a las gesticulaciones y los monólogos. El kazajo trataba de sobrevivir colgado de su servicio, sin recursos apenas para hacer daño al resto y con un balear envalentonado que creía más en la victoria.
Con Bublik fuera de onda y Munar muy enchufado, los juegos del set definitivo fueron cayendo del lado del español, que pese a todo necesitó tres bolas de partido para, después de tres horas y 24 minutos de partido, repetir su mejor resultado en Wimbledon, la segunda ronda que ya alcanzó en 2022, 2023 y 2024.
Allá le esperará el húngaro Fabian Marozsan, verdugo del australiano McCabe, al que derrotó en 2023 en Umag en su único enfrentamiento anterior.