Las pinturas y esculturas de Javier y Rafa Forteza nos sumergen en un universo visual en el que lo reconocible se resiste y lo figurativo dialoga con la materia






Javier y Rafa Forteza son dos creadores que, desde caminos distintos pero paralelos, exploran los límites de la imagen, el enigma del rostro y la potencia de lo abstracto
En muchas de las pinturas y esculturas de ambos artistas aparece una representación de un rostro andrógino que no reconocemos y nos obliga a continuar con la incógnita de su identidad. Es en esa suerte de relato introspectivo de palabras no dichas donde se asienta esta muestra, la primera conjunta que realizan.
Las obras de Javier y Rafa Forteza amplifican la ambigüedad de la imagen, la rarifican. En Javier Forteza, los rostros son secuencias móviles que oscilan entre el dolor y la calma. Rafa Forteza busca el espesor de las imágenes, que cristalizan en la superficie. En sus pinturas abstractas predomina el crudo de la tela, y la repetición de formas ―siempre distintas― desafía la expectativa. En ambos casos hay una fascinación por el enigma, por la distancia; la abstracción se convierte en un lenguaje poético y simbólico que evoca la memoria, el rumor y la insinuación; sus piezas funcionan como escrituras inacabadas, abiertas, convertidas en espacios para la emoción y la incertidumbre.