CaixaForum Palma acoge un siglo de arte y naturaleza: del paraíso a la preocupación
Concebida por el Centre Pompidou y la Fundación ”la Caixa”, permite una nueva aproximación a grandes artistas de la modernidad, como Picasso, Miró, Le Corbusier, Max Ernst, Raoul Hausmann, Jean Arp, Georgia O’Keeffe o Alvar Aalto, en diálogo con artistas de las últimas décadas que han aportado nuevos puntos de vista comprometidos, como Jeremy Deller, Neri Oxman, John Gerrard o Trevor Yeung.
La comisaria de la exposición y conservadora del Centre Pompidou, Angela Lampe, y la gestora de planificación y contenidos de CaixaForum Palma, Noemí Vallespir, han presentado este martes Arte y naturaleza. Un siglo de biomorfismo.
En esta ocasión, la Fundación ”la Caixa” vuelve a aliarse con el Centre Pompidou, institución de referencia en el arte moderno y contemporáneo, para acercar al público 70 obras maestras que ponen de manifiesto el diálogo entre el arte y la naturaleza en la creación artística, en una muestra que recala ahora en CaixaForum Palma, donde se podrá ver por última vez. Tras su paso por los centros de la red CaixaForum en Barcelona, Madrid, Zaragoza, Valencia y Sevilla, esta exposición la han podido ver ya más de 310.000 personas.
Los siglos XX y XXI son el punto de partida para repensar nuestros vínculos actuales con el mundo de los seres vivos, ahora que nuestro mundo se estremece bajo múltiples crisis. Las formas de la naturaleza han fascinado a artistas de todas las épocas, que han reconocido en animales y plantas la belleza y el misterio, la fuerza y la armonía de la vida.
Durante el primer tercio del siglo XX, esa fascinación adquirió un nuevo sentido gracias al desarrollo de las técnicas de fotografía microscópica, que desvelaron una dimensión de la vida hasta entonces invisible. Así surgió una estética fascinante basada en la biología de los microorganismos. Fotógrafos, artistas, arquitectos y diseñadores elaboraron nuevos modos de observar y mostrar la naturaleza. La hoja de un helecho, un salto de agua, el fondo marino… se presentaban en composiciones casi abstractas como formas puras, más próximas a la idea que a la materia.
En la segunda mitad del siglo XX, plantas, bosques y paisajes empiezan a formar parte de las obras artísticas y surgen movimientos como el arte povera italiano o el land art estadounidense, que crean con elementos naturales. El conjunto de formas y visiones de la naturaleza del arte del siglo XX ofrece un espectáculo inagotable que esta exposición recoge ampliamente.
De un arte contemplativo a un arte activo
En los últimos años, las nuevas tecnologías científicas y la biotecnología han irrumpido en la creación artística para hacer que emerjan nuevas formas de ecología política y social. Los artistas crean obras con biomateriales o materia orgánica y trabajan con procesos naturales para crear obras de arte conceptuales que evolucionan como organismos vivos. En sus obras resuenan la problemática medioambiental y la necesidad de preservar nuestro entorno. Arte y naturaleza. Un siglo de biomorfismo brinda una oportunidad de reflexionar sobre el pasado y el presente de la relación entre el arte y la naturaleza, entre la cultura y la ciencia a partir de las ricas colecciones del Centre Pompidou.
La muestra presenta una selección de primer nivel de obras del siglo pasado de todas las disciplinas, pintura, escultura, fotografía, arquitectura, cine y diseño, en la que se incluyen nombres como Pablo Picasso, Joan Miró, Raoul Hausmann, Le Corbusier, Alvar Aalto, Alberto Giacometti, Jean Arp, Alexander Calder, Georgia O’Keeffe, Max Ernst y Giuseppe Penone, entre muchos otros, con una presencia importante de artistas de las últimas décadas que han aportado nuevos puntos de vista comprometidos como Neri Oxman o Jeremy Deller.
De hecho, en la muestra para CaixaForum Palma se han incorporado obras nuevas de la colección del Centre Pompidou. Por ejemplo, las tres pinturas de Joan Miró que se exponen y las obras de John Gerrard (Petro National) o Trevor Yeung (Suspended Mr. Cuddles), de reciente adquisición.
¿Por qué biomorfismo?
El art nouveau, el modernismo, el modern style, el estilo liberty situaron las formas naturales en primer plano. En España destaca el ejemplo de Antoni Gaudí, que utilizó formas de plantas, animales y estructuras geológicas en sus proyectos de arquitectura y decoración. Pero es en torno a los años veinte y treinta del siglo XX cuando se produce un boom de formas naturales en el arte, la arquitectura y el diseño.
La exposición arranca en torno a 1920. La aparición de formas orgánicas dio lugar al surgimiento del concepto biomorfismo. Fue introducido por Alfred H. Barr, primer director del MoMA, en una exposición de 1936 dedicada al arte abstracto para diferenciar las obras que no encajaban en las características del arte abstracto y geométrico propias de aquella época.
La muestra se articula en cuatro ámbitos temáticos tejidos sobre una base cronológica y temática: metamorfosis, mimetismo, creación y amenaza. Arranca con los artistas surrealistas y llega hasta hoy, cuando los artistas se replantean la relación con el entorno, amenazado por múltiples crisis.
En cada espacio se establece un diálogo cronológico y temático que permite establecer múltiples conexiones. Se trata de una exposición pluridisciplinar, que toma como modelo las propias colecciones del Centre Pompidou. La pintura y la escultura aparecen junto a la fotografía, el cine y el diseño. El diálogo entre diferentes disciplinas transforma nuestra percepción de las obras y crea nuevos significados.
Metamorfosis
Una escultura de bronce de Henri Laurens, Métamorphose [Metamorfosis], de 1940, y un cuadro de Georgia O’Keeffee [Estría roja, amarilla y negra] de 1924, dan la bienvenida a los visitantes.
La metamorfosis de hombres en plantas y animales es un tema presente en todas las culturas, con un peso importante en la Antigüedad grecolatina. En el arte moderno, la metamorfosis implica la hibridación de las formas vegetales, animales y humanas en función de la apariencia o la estructura. Otras veces, la metamorfosis tiene un aspecto fluido y relajante, como en la obra de O’Keffee, donde las formas antropomórficas se proyectan en la naturaleza. Ambos crean unas formas que expresan dinamismo y transformación, y que se presentan como un símbolo de la capacidad del arte moderno para transformar nuestra conciencia de las cosas.
Julio González es otro de los grandes escultores presentes en la exposición. En Cactus II, de 1939, se borran las categorías de lo natural y lo cultural, de lo material y lo espiritual.
Obras de Yves Tanguy y Max Ernst de los años cuarenta y cincuenta se combinan con una película del realizador neozelandés Len Lye, Tusalava, de 1929, que muestra un juego de formas orgánicas.
Para terminar con algunas obras enigmáticas: Ubu IV, pintura de Le Corbusier de 1940, que se inspira en el personaje de Alfred Jarry; Jour de lenteur [Día de lentitud], de Yves Tanguy, de 1937, que explora el paisaje interior; Les trois cyprès [Los tres cipreses], de 1951, pintura de Max Ernst en la que los visitantes volverán a encontrar la forma antropomórfica: el ser humano transformado en un árbol imposible.
Mujeres flor
Un grupo de obras trata de la transfiguración del cuerpo humano en flor. Laurens esculpe un ser que se convierte en una forma antropomórfica en Femme fleur [Mujer flor], de 1942. También destaca Le chapeau à fleurs [El sombrero de flores], de 1940, de Picasso, en el que se da la hibridación entre la mujer y el sombrero de flores. Femme au chapeau [Mujer con sombrero], de 1935, borra las fronteras entre lo natural y lo artificial, lo vegetal y lo humano. La flor representa la belleza, pero también el sexo, la fecundidad, por ejemplo, en Femme-fleur [Mujer flor], de 1984, una obra tardía de Brassaï elaborada en mármol rosa.
Correspondencias: cuerpos de Jean Arp y Raoul Haussmann
La obra de Léon Tutundjian, Composition cellulaire au cercle rouge [Composición celular con círculo rojo], de 1927, introduce un apartado en el que el cuerpo de la mujer sugiere formas redondeadas, vegetales. En Torse-fruit [Torso-fruto], de 1960/1967, Jean Arp vuelve sobre la comparación entre la mujer y el fruto (o la flor) desde una nueva perspectiva.
Uno de los atractivos de esta sección es la posibilidad de contemplar la escultura de Arp junto al universo sensual de las fotografías de desnudos femeninos de Raoul Hausmann, de 1930-1934. Hausmann realizó una parte importante de su obra en Ibiza, en la época del descubrimiento de la isla por los artistas internacionales. El cuerpo de la mujer, tumbado en la playa, se convierte en una escultura abstracta.
Mimetismo
En este apartado se examina la fascinación de los artistas por las formas naturales que los lleva a incorporarlas en sus obras.
En otras ocasiones se imita la estructura, la forma y los principios que rigen el movimiento de animales y plantas, como en el caso de la obra de Alexander Calder Four Leaves and Three Petals [Cuatro hojas y tres pétalos], de 1939, en la que las formas que crea el artista se mueven como los elementos del mundo real. La exposición muestra dos piezas del arquitecto Alvar Aalto: la silla Paimio 41, de 1930, y Flowers [Flores], de 1940, obras de creación que toman como referente la simplicidad y la belleza del mundo vegetal.
El diseño juega un papel importante en este ámbito. Patrick Jouin diseña una lámpara en forma de flor en 2010, mientras que Ross Lovegrove crea una mesa en 2007 inspirada en la forma de las hojas del ginkgo (Ginkgo biloba), un árbol al que se atribuyen cualidades medicinales y espirituales. Un apartado final está dedicado al mundo geológico con una obra de Alberto Magnelli sobre las piedras y la tierra, y una obra de Jean Dubuffet de 1961 que recrea la textura de la tierra. También, el fotógrafo Paul Nash retrata cascadas y paredes de piedras.
Para terminar, una obra de Simone Forti: dos películas de 1974, un vídeo con dos grandes osos grizzlys enjaulados y un segundo vídeo en el que Forti se inspira en los movimientos de esos mismos osos para crear una coreografía.
Nueva Objetividad
La fotografía tiene un peso fundamental también en este apartado, de nuevo a través de los trabajos de Raoul Hausmann, de quien se exponen dos fotografías de 1931.
Otro fotógrafo destacado, vinculado al movimiento de la Nueva Objetividad, que se impuso en Europa a caballo entre los años veinte y treinta, es Albert Renger-Patzsch, con una foto de una Sempreviva de 1928 que se presenta como una forma natural de naturaleza escultórica.
Creación
Una obra de Frantisek Kupka de 1919-1923 muestra el crecimiento de los pistilos y los estambres: la creación a partir de las formas orgánicas de las flores. En este caso, la flor se presenta en un conjunto de formas con existencia autónoma.
Tras este prólogo, la exposición nos introduce en el mundo moderno de los años sesenta y setenta, que explora nuevos aspectos de la relación entre naturaleza y arte. La película de Robert Smithson Spiral Jetty [Espigón en espiral], de 1970, nos transmite la idea de la génesis continua de formas de la naturaleza. En Pelle di cedro [Piel de cedro], una obra de la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación “la Caixa” de 2002-2003, Giuseppe Penone introduce la dimensión táctil con una obra que parece un bajorrelieve, donde las venas se hunden en la materia, como las venas de una mano, que sin embargo emergen ligeramente de la piel. En ella, plantea la idea de la vitalidad intrínseca en la materia. Por ejemplo, una estructura a partir de la forma de una colonia de bálanos que realiza Andrew Kudless.
La artista israelí Neri Oxman realiza su obra a partir de redes orgánicas y estructuras celulares. En “Doppelgänger” Wing Series (2012) crea una forma que puede ser una máscara animal o unas alas. En sus maquetas, Alisa Andrasek trabaja a partir de materiales biónicos que se producen a partir de materias biológicas tratadas con herramientas digitales para crear formas arquitectónicas inspiradas en el mundo orgánico.
La exposición incluye también una instalación audiovisual del artista inglés Jeremy Deller, Exodus [Éxodo], de 2012. Es una instalación tridimensional basada en dos videoproyectores que nos permiten ver murciélagos hibernando y reproduciéndose en una caverna; al final salen de la cueva y se van volando. La obra de Deller refleja el miedo del peligro que tenemos hoy en día a un nuevo virus, a partir de la idea de que originalmente la COVID-19 fue transmitida por murciélagos.
Lo efímero y lo artificial
El arte de los sesenta y los setenta introduce la dimensión de lo efímero. La obra de Jeroen de Rijke y Willem de Rooij Bouquet III [Ramo III], de 2004, examina desde una perspectiva inédita el simbolismo de las flores relacionándolas con las formas de violencia contemporánea.
Al asociar la participación holandesa en la segunda guerra del Golfo con un deslumbrante ramo de belleza efímera, los artistas lo convierten en un símbolo de las promesas vanas, puramente decorativas.
Correspondencias: Penone, Graindorge y los árboles
El arte povera italiano incorpora elementos de la naturaleza con un enfoque conceptual. Es el caso de la mencionada obra Pelle di cedro [Piel de cedro], que conecta de manera reveladora con el banco diseñado por Benjamin Graindorge en 2011: por uno de los extremos se apoya en el suelo gracias a sus ramas; en el otro extremo tenemos la madera pulida: el cuerpo natural se transforma en objeto manufacturado. Otros muchos artistas, como Richard Deacon, han sentido la fascinación por la plasticidad y la belleza de la madera, cinta de creación infinita.
Amenaza
La cuarta sección es más breve que las anteriores. Expresa el miedo a la naturaleza o más bien el miedo al efecto de la actividad humana en la naturaleza, que se encuentra en situación de riesgo. De esta manera, la exposición se adentra en el campo medioambiental.
Aquí se puede ver el proyecto audiovisual Petro National, de John Gerrard, formado por 196 obras que representan los contornos de distintos países en forma de mancha de petróleo que evoluciona sobre la superficie del mar. En el caso de la obra que se presenta es el contorno de Nigeria. Lanza una reflexión sobre el impacto ecológico de la geopolítica y sobre la distribución de la riqueza y el poder. El 25% de los beneficios derivados de las ventas de las obras se destinan a la lucha contra el cambio climático.
Y en la línea del impacto medioambiental se sitúa también la obra de Trevor Yeung, Suspended Mr. Cuddles, quien refleja de una forma poética la impotencia humana frente a las fuerzas de la naturaleza: una pachira -conocida como el “árbol del dinero”- cuelga horizontalmente mediante correas de una forma tensa e impactante ante la mirada atónita del espectador.
Propuestas de mediación con mirada científica y actividades multidisciplinares
Las exposiciones de la Fundación ”la Caixa” promueven la participación activa del público. Por esa razón van acompañados siempre de un proyecto de mediación que permite desarrollar los conceptos que se tratan en la muestra.
En el caso de Arte y naturaleza. Un siglo de biomorfismo, el proyecto de mediación quiere estrechar los vínculos entre cultura y ciencia, y ha sido desarrollado en colaboración con el equipo científico de la Fundación “la Caixa”. Así, los conceptos que se presentan en cada uno de los ámbitos en su forma artística se ven reflejados en las pantallas interactivas en su versión en la naturaleza: la metamorfosis que veíamos en las esculturas de Arp o en las pinturas de Picasso, la vemos ahora en el paso de una crisálida a una mariposa.
Para ampliar la mirada de la exposición, tendrá lugar a partir del 5 de noviembre y hasta el 3 de diciembre el ciclo de pensamiento Arte y (Post)Naturaleza. Del impresionismo al Antropoceno, un viaje a través de la historia de las relaciones entre arte y naturaleza, desde los primeros pasos del Impresionismo hasta la era del Antropoceno. Comisariado por el historiador del arte y profesor de la Universidad de Barcelona (UB) Daniel López del Rincón, cada sesión representa una etapa diferente en este recorrido, explorando cómo los artistas han interpretado y reimaginado esta conexión a lo largo del tiempo. En ellas participarán Isabel Valverde, profesora de Historia del Arte en el Departamento de Humanidades de la Universitat Pompeu Fabra, y María Guerra, directora del pódcast de cine y series “La Script”.
Además, el 31 de octubre tendrá lugar el taller Paisaje de agua, a cargo de Xesca Salvà, escenógrafa y artista mallorquina. Propondrá a los participantes un juego en el que dibujar a partir de la observación del ecosistema que hay dentro del agua del litoral de la isla.
A lo largo de los meses que durará la exposición se sucederán talleres familiares, un ciclo de Pequeños cinéfilos, bajo el nombre “El planeta que queremos”, visitas comentadas, visitas con café y tertulia, además de un menú temático el restaurante. Todas las actividades se pueden consultar aquí.
Entre Ruinas, el arte ante la crisis planetaria en CaixaForum+
La plataforma online gratuita CaixaForum+ estrenó la serie documental Entre ruinas. Arte para un planeta herido, en la que artistas de diferentes disciplinas reflexionan sobre posibles estrategias para cambiar nuestra manera de habitar el mundo, poniendo el foco en la práctica artística. A lo largo de tres capítulos de 30 minutos, la serie da voz a un grupo variado de artistas y colectivos artísticos que nos descubren cuáles son sus propuestas ante esta crisis.