Menos espera, más salud: una colaboración sanitaria que funciona
En los pasillos de los centros del Grupo Policlínica, en el corazón de la isla de Ibiza, con 160.000 residentes, el ritmo frenético que caracteriza la asistencia médica no cesa.
Mientras miles de pacientes se ven obligados a esperar, en muchos casos durante meses, una consulta o una intervención en el sistema público, con el hospital de Can Misses como referencia, en los centros sanitarios del grupo hospitalario se abren puertas, se habilitan quirófanos y se emplean dispositivos de diagnóstico, todo a un ritmo incansable.
La colaboración entre la sanidad pública y la privada no siempre se explica bien. A menudo se asocia a debates ideológicos o a discursos simplificados, cuando en realidad puede ser una herramienta útil para dar respuesta a necesidades reales de la población. No se trata de sustituir al sistema público, sino de reforzarlo cuando no da abasto, especialmente en contextos como el de Ibiza o Formentera, donde la insularidad plantea retos específicos.
En el año 2022, la sanidad pública de Ibiza se enfrentaba a una situación crítica: las listas de espera habían alcanzado dimensiones descomunales. Tras la pandemia, miles de pacientes se acumulaban en una interminable espera para recibir atención médica. La situación había desbordado por completo la capacidad del sistema, tornándose prácticamente incontrolable.
Desde entonces, se han atendido más de 17.000 actos médicos, una cifra que dicha así suena fría, pero cada uno de ellos tiene una historia personal detrás.
“El concierto ha permitido que numerosas personas accedan, al fin, a una consulta con un especialista tras un prolongado tiempo de espera. Gracias a ello, muchos han podido retomar el seguimiento de patologías crónicas que, durante demasiado tiempo, habían permanecido sin el control adecuado”. Afirma el director médico de Grupo Policlínica, el doctor Ricardo García.
El Grupo Policlínica ha hecho un enorme esfuerzo para dar cabida, dentro de su estructura, a miles de pacientes con multitud de necesidades (cirugías, pruebas diagnósticas, consultas médicas, sesiones de fisioterapia, etc…).
El resultado es un alivio visible y mensurable. Las grandes historias se escriben en cifras, y esta lo hace. Pero no son datos fríos, muy al contrario. Cada número es una historia que cambió de rumbo. Una espera que se acortó. Un paciente que pudo volver a ver, a caminar sin dolor, a respirar tranquilo.
El volumen de actividad gestionado por Grupo Policlínica es tan amplio como variado, compatibilizando la atención de los pacientes de los seguros de salud con las necesidades de las derivaciones de la sanidad pública. Solo en pruebas diagnósticas, las cifras impresionan: más de 4.400 ecografías y casi 4.000 resonancias magnéticas. Estas herramientas, esenciales para detectar patologías con precisión, han permitido acelerar diagnósticos y, sobre todo, iniciar tratamientos. En otras palabras, han permitido que miles de personas tengan ahora una salud que se deterioraba en la espera.
Las consultas especializadas también han tenido un gran peso. En tres años y medio, 2.166 pacientes han sido atendidos en traumatología, una de las especialidades con más presión asistencial. Le siguen cirugía general con más de 1.000 consultas, oftalmología con 705 y un número creciente de pacientes en áreas como digestivo, otorrinolaringología o neurología. En total, más de 13.000 consultas médicas han sido gestionadas por los equipos del grupo.
Pero la aportación ha ido aún más lejos. Más de 3.000 intervenciones quirúrgicas para pacientes derivados de la sanidad pública. Entre ellas, destacan las 1.023 operaciones de oftalmología, 824 cirugías traumatológicas, ligadas muchas de ellas a lesiones crónicas o fracturas con complicaciones. Y junto a estas, intervenciones en otorrino, digestivo, neurocirugía y cardiología que, sin esta colaboración, habrían tenido que esperar meses.
Un ejemplo significativo es el de una paciente que llevaba esperando varios meses una consulta con el especialista en aparato digestivo en Can Misses. En enero de 2025, su caso fue derivado al Grupo Policlínica, donde fue atendida ese mismo mes por el médico correspondiente. Tras la realización de diversas pruebas diagnósticas, entre ellas una colonoscopia y un TAC, se le diagnosticó un cáncer de colon. Gracias a la rápida actuación del equipo médico, fue intervenida quirúrgicamente a principios de febrero y se encuentra actualmente fuera de peligro. Como ella, muchos otros pacientes han sido diagnosticados de patologías graves que, pese a haberse desarrollado durante meses, no habían recibido la atención médica necesaria hasta entonces.
Tres años después, miles de pacientes de Ibiza y Formentera han dejado de ser un frío número que molestaba en las estadísticas a poder resolver su problema de salud con celeridad.
Los hechos hablan de actuaciones sanitarias que han ayudado a sostener un sistema que, por momentos, estuvo desbordado.
En este acuerdo, el Grupo Policlínica ha aportado infraestructuras, tecnología y equipo humano. “La prioridad para todos los sanitarios que componemos el hospital es siempre la salud de la persona que tenemos delante. Solo vemos necesidades que deben ser atendidas a tiempo”, señala el Dr. Ricardo García.
Los profesionales del Grupo Policlínica han conseguido el reto de atender a los pacientes derivados del sistema de salud público con los máximos estándares de calidad y con la última tecnología médica accesible hoy en día en el mercado.
Hoy, más de dos años después del inicio del acuerdo, los resultados avalan la iniciativa. Y, sobre todo, invitan a reflexionar sobre los modelos de colaboración posibles cuando el objetivo común es claro: cuidar mejor de las personas.
Dado el éxito de esta colaboración, no podemos ni debemos volver a situaciones de colapso, bloqueo y congestión del sistema.