Ganglio centinela y SPECT-CT: la combinación que revoluciona el abordaje del cáncer de mama

La combinación de conocimiento médico y avance técnico evita operaciones innecesarias en más del 60 % de las pacientes

Grupo Policlínica mejora su unidad de mama con la implantación del sistema SPECT-TAC en su servicio de medicina nuclear.

En España se diagnostican anualmente 35.000 nuevos casos de cáncer de mama, pero la detección precoz permite que la tasa de curación supere el 85% de los casos, según los oncólogos.

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En la lucha contra el cáncer de mama, hay avances que modifican de forma radical la práctica médica. Uno de ellos es la localización del ganglio centinela mediante técnicas de imagen híbrida SPECT-CT, un procedimiento que está redefiniendo cómo se planifican y ejecutan las cirugías.

El concepto es tan sencillo como poderoso: cuando un tumor se desarrolla en la mama, las primeras células que escapan no viajan al azar. Siguen el camino de la linfa hasta llegar a un ‘primer guardián’, un ganglio linfático que actúa como centinela. Si el cáncer se ha extendido, es ahí donde suele encontrarse la primera señal. Detectarlo con precisión significa saber hasta dónde ha llegado la enfermedad y, en muchos casos, evitar extirpar innecesariamente otros ganglios que no están afectados.

Durante años, la técnica más extendida para encontrar ese ganglio era la inyección de colorante azul. El cirujano lo buscaba a simple vista durante la intervención. Funcional, sí, pero limitada: no siempre es fácil localizar ganglios que están escondidos en posiciones profundas o poco habituales. La tasa de detección se quedaba corta, y con ella aumentaban las posibilidades de intervenciones más amplias de lo necesario.

La llegada de la tecnología SPECT-CT ha cambiado ese escenario. Esta herramienta combina dos formas de ver el cuerpo: Por un lado, el SPECT (Tomografía Computarizada por Emisión de Fotón Único) permite observar la actividad biológica en tiempo real gracias a una mínima dosis de material radiactivo. Por otro, la tomografía computarizada aporta una imagen anatómica precisa y tridimensional.

Superpuestas, estas dos visiones ofrecen al especialista un mapa exacto de dónde está el ganglio centinela y cómo se comporta. El procedimiento es relativamente sencillo: antes de la cirugía se inyecta cerca del tumor una sustancia radioactiva segura. Esta viaja a través de los vasos linfáticos y “marca” el ganglio centinela. Luego, mediante SPECT-CT, los médicos pueden ver su localización exacta con un nivel de detalle que hasta hace pocos años era impensable.

Esa información es la que guía después al equipo quirúrgico. Saber exactamente dónde actuar reduce el tiempo de intervención, limita la extirpación a lo estrictamente necesario y disminuye complicaciones como el linfedema, el dolor crónico o las restricciones de movilidad en el brazo, frecuentes cuando se extirpan varios ganglios de forma preventiva.

Más detección, menos agresividad

Los estudios lo confirman: el uso del SPECT-CT permite aumentar hasta en un 15% la tasa de detección del ganglio centinela respecto a los métodos convencionales. Y, sobre todo, evita la extracción de ganglios adicionales en más del 60 % de las pacientes, lo que supone una mejora sustancial en la recuperación y la calidad de vida después de la cirugía.

El avance no depende de una única especialidad. Médicos nucleares, cirujanos y patólogos trabajan coordinadamente: los primeros localizan y marcan el ganglio; los segundos utilizan esa información para extraerlo con precisión; y los terceros lo analizan en quirófano para determinar si hay células cancerosas. Es un engranaje afinado que se apoya en tecnología de vanguardia, pero también en experiencia clínica y trabajo en equipo.

Este tipo de procedimientos son los que segregan a centros hospitalarios convencionales de los realmente punteros. Centros como la Clínica Vila Parc, en Ibiza, han incorporado recientemente equipos SPECT-CT de última generación, integrando la técnica del ganglio centinela en su práctica quirúrgica habitual. “Nos permite ver lo que antes no podíamos ver. Planificamos mejor y operamos mejor”, explica la doctora Pilar María, especialista en medicina nuclear de la clínica Vila Parc.

Aunque estos avances tecnológicos han mejorado notablemente el abordaje quirúrgico, los especialistas insisten en que la detección precoz sigue siendo la herramienta más poderosa. Mamografías digitales, ecografías de alta resolución y resonancias magnéticas forman la primera línea de defensa. Cuando el diagnóstico llega a tiempo, la tecnología como el SPECT-CT permite afinar el tratamiento con una precisión que, hasta hace poco, era ciencia ficción

Cabe recordar que la tasa de curación del cáncer de mama supera el 85% cuando se diagnostica precozmente, aunque aún mueren cerca de 6.500 mujeres al año por esta enfermedad en España. Por eso, uno de los objetivos prioritarios de Grupo Policlínica es reducir los tiempos de espera entre pruebas, resultados y tratamiento, un factor directamente relacionado con la supervivencia.

El cáncer de mama se mantiene como el tumor más diagnosticado entre las mujeres en España. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2024 se estimaron más de 35.000 nuevos casos, lo que representa una alta incidencia que hace indispensable contar con unidades especializadas capaces de dar una respuesta rápida y eficaz.

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