Estarás lleva a la Eurocámara el escándalo de las pulseras antimaltrato en España

Advierte que los Estados miembros deben garantizar, como establecen las Directivas que los dispositivos funcionan “desde el minuto cero”

La eurodiputada del Partido Popular, Rosa Estarás, ha denunciado hoy en el Parlamento Europeo, en una sesión conjunta entre la Comisión de Libertades Civiles (LIBE) y la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género (FEMM), los fallos detectados en el sistema de pulseras antimaltrato en España.

“Hemos tenido noticia de que las pulseras que las mujeres llevan dictaminadas por un juez cuando están en situación de peligro cierto han tenido fallos y deficiencias en su funcionamiento. Esto ha permitido que el agresor pudiera acercarse a la víctima. Ha generado, y está generando en España, mucho debate y muchísima intranquilidad. Si el dispositivo no es fiable, la víctima está en peligro”, advirtió Estaràs durante su intervención.

La eurodiputada popular recordó que durante ocho meses se habían lanzado avisos al Gobierno de España para corregir esta situación y subrayó la necesidad de actuar con urgencia: “Los Estados miembros deben garantizar desde el minuto cero que estos dispositivos funcionan. Porque cuando una mujer está en peligro, estamos en peligro todos nosotros y toda la sociedad”.

“Las directivas que nosotros estamos aprobando contra la violencia contra las mujeres —violencia doméstica, la directiva de víctimas, la Orden Europea de Protección— lo primero que piden es que los dispositivos sean fiables. Pues bien, si el dispositivo no es fiable, la víctima está en peligro”, recalcó.

El consentimiento, clave contra la violencia de género

En su intervención, Estaràs también insistió en que el consentimiento debe estar en el centro de la lucha contra la violencia contra las mujeres: “El Convenio de Estambul es nuestra hoja de ruta y deja claro que el consentimiento es clave. El silencio nunca puede ser un sí. Hay que hacer mucha pedagogía social, especialmente con colectivos vulnerables y personas con discapacidad, donde la vulnerabilidad es mayor”.

La eurodiputada recordó la experiencia española con la Ley del “solo sí es sí”, que tuvo que ser modificada apenas 200 días después de su entrada en vigor: “Fue inaceptable que esa norma provocara reducciones de condena y la excarcelación de violadores reincidentes. Ese error envió un mensaje contrario al que defendemos todos: tolerancia cero frente a la violencia contra las mujeres”.

Estaràs reclamó que las directivas europeas en materia de violencia de género, violencia doméstica y protección de víctimas garanticen una aplicación rigurosa en todos los Estados miembros: “No basta con aprobar leyes y directivas; hay que asegurar que se cumplen y que los dispositivos de protección son fiables. La vida de las mujeres depende de ello”.